“El
fallecimiento de un individuo, no debe ser clasificado como suicidio
hasta que se haya descartado cualquier otra posibilidad que lo
explique”.. Dado que para ello, es ineludible una labor bastante
seria, mediante la que se puedan reunir todos los elementos
probatorios del hecho para arribar a su efectiva comprobación o
descartarla.
Pero
en la Argentina de las últimas
décadas,
tal
parece, los homicidios imperfectos se han disfrazado de accidentes o
suicidios en muchas ocasiones y entre ellos puedo citar la muerte del
publicista Marcelo Dupont en 1982 en plena dictadura hasta
la del ex fiscal Natalio Alberto Nisman en
2015 durante el gobierno peronista.
Aunque
suena atroz, es una realidad indiscutida, y
a la luz de cada uno de los acontecimientos, no
puedo dejar de mencionar un caso en especial; Las trágicas muertes
de las adolescentes María Luján Peñalva (19)
y
de Yanina Nuesch
(16), cuyos restos mortales, fueron groseramente instalados en un
escenario macabro en
donde al parecer, se dibujaba como una burda escena,
la apariencia de un doble suicidio.
Foto de la escena del hallazgo de Luján y Yanina pendiendo de la morera |
Mucho
antes de conocer de primera mano los pormenores de la causa del
supuesto doble suicidio endilgado a estas encantadoras adolescentes
tristemente halladas sin vida, me había tomado el tiempo de
analizar el hecho versión
periodística y me pareció descabellada la creencia de un doble
suicidio.
Luego,
al tener contacto con las piezas procesales claves del expediente judicial, gracias
a la querella,
comprendí que esto estaba demasiado lejos de tratarse de un doble
suicidio y que inclusive, la autopsia no se ajustó a los protocolos.
En
pocas palabras, parecía más bien, evitar que este caso se
transforme en otro caso que deje descolocada a la sociedad argentina, como el
doble crimen de las turistas francesas ocurrido tiempo antes en la
misma provincia.
Pero
en Salta ocurren situaciones extrañas, como la muerte misteriosa de
un entonces jefe de investigaciones, cuyo cadáver, apareció
suicidado, según la CIF, con un disparo de su arma de fuego en el
parietal izquierdo “cuando el oficial de policía era diestro” y
no zurdo. Son esos casos verdaderamente, inexplicables que suceden
donde no deberían suceder tantas muertes ventiladas
como lamentables suicidios.
Ayer
se realizó una reconstrucción sobre los hechos, según la
versión del CIF y al parecer, carecía de sustento científico el
detalle de lo actuado en aquel entonces, cuando hasta el propio
Urtubey saliera a pronunciarse sobre que se había tratado de un
pacto suicida de dos adolescentes, horas después del hallazgo de
Luján y Yanina.
Desde
mi humilde punto de vista, parece una causa armada en donde no faltó
una comerciante que afirmó haber vendido 2 mts de soga a las chicas,
aparentemente días antes del lamentable hallazgo cadavérico.
Tampoco un menor que indicara que Yanina le habría manifestado que
deseaba matarse.
Hoy
como ayer, la sociedad reclama JUSTICIA por Luján Peñalva. Se hará
Justicia?
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