LA MISTERIOSA NIÑA DE AFGANISTÁN
Hace exactamente 31 años, el fotógrafo estadounidense Esteve McCurry, tuvo la suerte para el, lógicamente, de cruzar en su largo camino a una adolescente; Sharbat Gula con entonces 12 años de edad, en un campo de refugiados donde cada ser allí despojado de todo, contaba con una historia de vida cargada de dolor, de horror y desplazamiento huyendo de los enfrentamientos bélicos regionales.
Rápidamente, el sufrido rostro de la adolescente Sharbat Gula de 12 años, con sus encantadores ojos verdes, se transformaba en tapa de National Geographic y de una infinidad de otras publicaciones, inclusive de televisión.
Su rostro apareció desde entonces, en muchos espacios e inclusive distintas ONGs que se valieron de su rostro para dar apertura a muchos eventos contra el abuso hacia la mujer y por la reivindicación de los derechos de la mujer.
Todos, absolutamente todos los actores en esta historia, han aprovechado su imagen para lucrar u obtener algún tipo de rédito... Pero la que nunca obtuvo nada y permaneció en la miseria y en su triste calidad de refugiada en campos de concentración, ha sido nada menos que Sharbat Gula, actualmente detenida por la comisión delictiva por la obtención mediante sobornos, de documentos ilegalmente obtenidos en Pakistán..
No es Pakistán quien viola los derechos humanos de Sharbat Gula, muy por el contrario, El Gobierno de Pakistán ejerce su derecho de soberanía y nadie puede emitir un juicio en contrario de sus actos de seguridad interior.
Quienes han venido violando los derechos humanos de Sharbat Gula, en todo caso, son quienes durante décadas han obtenido muchos beneficios mediante su triste historia, sobre sus rasgos sufridos y sobre su rostro inolvidable.
Entonces me pregunto pero también les pregunto a quienes hoy se rasgan sus vestiduras por tan lamentable actitud de Sharbat Gula... Quien tal vez, en la ignorancia de las consecuencias por obtener unos documentos que nunca debió obtener de manera ilegal, y que incomprensiblemente gestionó por una cuestión de desesperación por salvaguardar a sus hijos de un futuro más incierto del que vivían ya,
¿Qué hicieron por ella, con tantos beneficios que obtuvieron gracias a ella?
Solo me cabe una respuesta: NADA!
Porque nadie se preocupó por sacarla de donde estaba sumida en la peor de las miserias.
Hoy todos en el mundo reclaman su libertad y a mí también me conmueve su situación! Claro que sí! Me considero una persona con suficiente empatía como para sentir un profundo dolor por la situación de encarcelamiento que está padeciendo Sharbat Gula.
Considero que Sharbat Gula en primer lugar, es una víctima más, como cientos de miles de víctimas de guerras que solo promueven miserias, muerte y desesperación. Pero también considero que ha sido víctima de muchos actores que dispersaron su sufrida imagen por todo el mundo.
Sharbat Gula, hoy con sus actuales 44 años de edad, posee menos de lo que cuando tenía 12 años y bien pudo haber tenido millones de dólares, si hubiera sabido que los derechos de su imagen podían ser tan cotizados en un mundo codicioso y oportunista desconocido por ella.
Sin tener noción sobre nada, Sharbat Gula se transformó en un mito de los refugiados, en un estandarte inocente a quien debemos concordar, todos usaban para obtener algún beneficio del que con ella nada compartían ni compartieron jamás.
Sharbat Gula no es la única víctima en este mundo de una sociedad apática y egoísta, millones más en el mundo, corren la misma triste situación; sin que nadie se conmueva en lo más mínimo por todo lo que padecen y solo son guarismos, nada más.
Yo se y comprendo que el Gobierno de Pakistán, tiene todo su derecho soberano de velar por la seguridad de su nación. No puedo oponer en palabra alguna sus derechos soberanos. Pero desde una óptica distinta a como otros visualizan la situación que atraviesa actualmente la Señora Sharbat Gula, Ruego a sus máximas autoridades que contemplen la situación de desespero e ignorancia en un actuar negligente y concedan para la Senhora Sharbat Gula, un indulto para que pueda reunirse con sus hijos y partir hacia otro país donde sea bien acogida, inclusive, a su país de origen si fuera menester, pero no a la cárcel.
Que puedo decir en su defensa? Que la Señora Sharbat Gula ha obrado de forma equívoca por una situación de desespero e ignorancia de la que seguramente ha de estar muy arrepentida.,.
La Señora Sharbat Gula no es más que una víctima de una situación de desplazamiento forzado por los actos bélicos que nunca han sido de su deseo personal ni ideológico. Ella no se ha metido con la guerra, por el contrario, la guerra se ha metido con ella para desterrarla de su hábitat natural, social y educacional.
Por ello, sería plausible que las autoridades de Pakistán brinden su indulgencia y la indulten para que nunca más vuelva a cometer semejante tontería y pueda disfrutar el resto de su vida de forma libre y en paz.
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