En pleno siglo XXI y con tantas herramientas de máxima utilidad, como por ejemplo, Internet y las Redes Sociales, la información de un suceso, se propaga con amplia velocidad, hacia los cuatro puntos cardinales del planeta en contados minutos. Pero las grandes corporaciones y multimedios no difunden todo lo que ocurre en el mundo y es allí donde se hace fuerte la labor del Periodismo Ciudadano, que ocupa un rol verdaderamente significativo al transmitir la verdad de un suceso o de un hecho a otros en tiempo real.
También debo decir que, lamentablemente, existen "muchos indeseables", que se valen de estos medios, para crear falsas noticias y realizar actividades realmente repudiables, desde todo punto de vista. Y otros tantos por ahí, para escribir estupideces, porque no aplican ni para decir un buen día.
Hace algunos años, preocupado como siempre, en no solo escribir y redactar bien mis artículos, más también en ser prolijo al presentar mi material al lector, dediqué mucho tiempo investigando para encontrar la formula que permita encuadrar dentro de una sangría correcta y justificada mis materiales.
Lo que no advierto en otros, que escriben a metro libre y sin siquiera, ordenar los textos que le ofrecen a un público acostumbrado a visualizar un material con mayor prolijidad.
Quienes aprecian la lectura e informarse respecto de noticias o sucesos sobre el acontecer del día a día, por lo general buscan sentirse cómodos frente a su ordenador y disfrutar de una lectura en la que no tengan que andar saltando en búsqueda de cada palabra y saber que una palabra termina en un renglón imaginario y prosigue en el siguiente de abajo.
Las reglas son bien claras… ¿Si pretendes hacer algo? ¡Que sea algo bien hecho! Caso contrario, lo mejor es que no hagas nada; Y de eso se trata, hacer las cosas bien, para que la presentación de una información, sea amena para el lector y que además, visualmente le brinde una imagen de aspecto uniforme, clara, sencilla y prolija.
Sobre todo, que la noticia o la historia de un suceso al que abordan, si bien puede ser del mismo contenido que otras y sobre un mismo tema, sirva para comparar los diferentes criterios del narrador. Por eso resulta de suma importancia, no hacer aquello indebido y malacostumbrado de muchos; “el copia y pega”.
Transmitir una noticia o un suceso tiene como objetivo principal, llevar la información al resto de las personas locales, regionales, nacionales e internacionales. Esta transmisión sobre un suceso, tiene además, que contener un estilo propio, sin imitación ni calco de otros: Ese será el sello personal que nos llevará a demostrar nuestra arte en lo que hacemos y es una forma, además, de poder captar la atención de un sin número de lectores que pueden o no, decidir simpatizar con nuestro trabajo dedicado a ellos.
Cuando comencé a escribir, hace muchas décadas, me encontré con un sin fin de reglas que, me impedían escribir cualquier cosa: debía escribir sobre aquello que el supervisor o jefe de redacción me imponía. Y, aunque ello no fuera de mi agrado, «no me quedaba más que hacerlo a su manera».
Pero regresando al asunto, las herramientas en la Net son tan valiosas que, hoy en día, la mayoría de los navegadores cuenta con ayuda de la tecnología para que cualquiera que en Rusia o en Alaska, pueda leer el español medianamente en su propio idioma. Lógicamente, el traductor automático no es una herramienta que sirva para traducir detalladamente lo que escribimos y hasta puede cambiar una frase de buenas intenciones en una de improperios.
Por otra parte, en los tiempos difíciles que transcurre el mundo, existe tiempo de sobra para crear contenidos que sirvan para informar o entretener a las demás personas que están matando su tiempo desgastado por «una pandemia que al parecer pretende permanecer mucho tiempos más en nuestro planeta».
Pero regresando a los fundamentos de este artículo, considero que muchos deberían usar más su propio estilo para transmitir noticias y no servirse de un medio para copiar y pegar cualquier perogrullada. Hay muchos por allí que con tal imprudencia, publican cualquier barrabasada y entonces, lo que menos le brindan a los lectores, es un contenido de noticias.
Otro punto importante es no engañar a las personas con recetas mágicas como he visto en muchas oportunidades por allí en distintas publicaciones… Si algo debe ser primordial a la hora de escribir, es cuidar hasta el punto máximo la condición del lector. No se puede escribir mentiras ni supuestos tratamientos mágicos que no tengan asidero científico comprobado y permitido. Eso es parte integrante de la publicación engañosa y puede por su vez, ponerle fin a la salud y a la vida de muchas personas. No se debe ser irresponsable.
Escribir es un arte, pero el verdadero arte de escribir está basado en el arte de pensar en lo que se piensa escribir. No se puede jugar a ser periodista sustrayéndose a la responsabilidad de escribir con propiedad y de transmitir por sobre todo, aquello que es una verdad: Las personas están cansadas de mentiras y el engaño, es el peor enemigo entre quien escribe y quien dispensa un buen tiempo de su tiempo para leer.
Hagamos un Periodismo Digital que sirva para construir y no para destruir. Hoy Internet nos brinda la enorme posibilidad de dar la vuelta al mundo en pocos segundos, hagamos con responsabilidad la labor de transmitir verdades.
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