Por Raúl Enrique Bibiano
Si
pensás viajar a Brasil para disfrutar su Carnaval? Hoy es el último
día que tenés para vacunarte contra la Fiebre Amarilla, dado que
esta vacuna, necesita 10 días para activarse en el ser humano y
evitar el contagio.
El
Ministerio da Salud de Brasil, divulgo un nuevo balance de los casos
e muertes por fiebre amarilla en Brasil el pasado martes (30). Son
213 casos confirmados de la enfermedad, siendo que 81 personas
fallecieron debido a la infección desde 1º de julio de 2017.
Conforme
lo informado, el gobierno federal recibió 1.080 notificaciones de
casos sospechosos– 432 fueron descartados y 435 permanecen bajo
investigación. En comparación con o mesmo período de 2016/2017,
hubo una caída de 54% en los casos confirmados. las muertes debido a
la enfermedad, disminuyeron en un 44%.
Aunque
también se pudo saber que esta endemia ya atravesó ampliamente las
fronteras de la floresta para transformarse en una escalada de
epidemia urbana, como por ejemplo, en Río de Janeiro, donde murieron
hasta el momento 29 personas por causa de la fiebre amarilla.
Que
es la Fiebre Amarilla?
Es
una enfermedad viral transmisible, prevenible y curable. Es causada
por el virus de la fiebre amarilla del género flavivirus y se
trasmite a través del mosquito Aedes aegypti; muchos países
requieren que los visitantes tengan la vacuna contra la fiebre
amarilla antes de entrar al país.
El
agente causante de la fiebre amarilla es un virus perteneciente a la
familia flaviviridae (antiguos arbovirus grupo B), género
Togaviridae (arbovirus), y pertenece a la especie de la fiebre
amarilla.
Fue
el primer agente infeccioso viral del que se comprobó que producía
enfermedad en los humanos y que era transmitido por un vector; el
viscerotropismo del virus se traduce en infección y lesión del
hígado, riñones y corazón, mientras que su neurotropismo implica
lesión e infección de células del sistema nervioso central.
Su
forma es un icosaedro, su tamaño es de aproximadamente 50nm, posee
en el centro un núcleo cápside que contiene el genoma de ARN de
cadena simple, de sentido positivo, envuelto con las respectivas
proteínas de la cápside. Rodeando la nucleocápside hay una
membrana bilipídica en la que se encuentran insertadas dos
proteínas, la proteína M y la proteína E.
Los
síntomas de la fiebre amarilla son: fiebre, cefaleas, ictericia,
dolores musculares, náuseas, vómitos y cansancio.
Las
grandes epidemias de fiebre amarilla se producen cuando el virus es
introducido por personas infectadas en zonas muy pobladas, con gran
densidad de mosquitos y donde la mayoría de la población tiene
escasa o nula inmunidad por falta de vacunación. En estas
condiciones, los mosquitos infectados transmiten el virus de una
persona a otra.
Una
pequeña proporción de pacientes infectados presentan síntomas
graves, y aproximadamente la mitad de estos casos fallecen en un
plazo de 7 a 10 días.
La
fiebre amarilla es una enfermedad vírica aguda, hemorrágica,
transmitida por mosquitos infectados. El término "amarilla"
alude a la ictericia que presentan algunos pacientes.
Los
síntomas de la fiebre amarilla son: fiebre, cefaleas, ictericia,
dolores musculares, náuseas, vómitos y cansancio.
Una
pequeña proporción de pacientes infectados presentan síntomas
graves, y aproximadamente la mitad de estos casos fallecen en un
plazo de 7 a 10 días.
El
virus es endémico en las zonas tropicales de África y de América
Central y Sudamérica.
Desde
el lanzamiento de la Iniciativa contra la Fiebre Amarilla, en 2006,
se han hecho importantes avances en la lucha contra la enfermedad en
África Occidental, y se han vacunado más de 105 millones de
personas en campañas de vacunación en masa. En África Occidental
no se han notificado brotes de fiebre amarilla en 2015.
Las
grandes epidemias de fiebre amarilla se producen cuando el virus es
introducido por personas infectadas en zonas muy pobladas, con gran
densidad de mosquitos y donde la mayoría de la población tiene
escasa o nula inmunidad por falta de vacunación. En estas
condiciones, los mosquitos infectados transmiten el virus de una
persona a otra.
La
fiebre amarilla puede prevenirse con una vacuna muy eficaz, segura y
asequible. Una sola dosis es suficiente para conferir inmunidad y
protección de por vida, sin necesidad de dosis de recuerdo. La
vacuna ofrece una inmunidad efectiva al 99% de las personas vacunadas
en un plazo de 30 días.
Un
buen tratamiento de apoyo en el hospital aumenta la tasa de
supervivencia. No hay tratamiento antivírico específico para la
fiebre amarilla.
Signos
y síntomas
El
periodo de incubación es de 3 a 6 días. Muchos casos son
asintomáticos, pero cuando hay síntomas, los más frecuentes son
fiebre, dolores musculares, sobre todo de espalda, cefaleas, pérdida
de apetito y náuseas o vómitos. En la mayoría de los casos los
síntomas desaparecen en 3 o 4 días.
Sin
embargo, un pequeño porcentaje de pacientes entran a las 24 horas de
la remisión inicial en una segunda fase, más tóxica. Vuelve la
fiebre elevada y se ven afectados varios órganos, generalmente el
hígado y los riñones. En esta fase son frecuentes la ictericia
(color amarillento de la piel y los ojos, hecho que ha dado nombre a
la enfermedad), el color oscuro de la orina y el dolor abdominal con
vómitos. Puede haber hemorragias orales, nasales, oculares o
gástricas. La mitad de los pacientes que entran en la fase tóxica
mueren en un plazo de 7 a 10.
El
diagnóstico de la fiebre amarilla es difícil, sobre todo en las
fases tempranas. En los casos más graves puede confundirse con el
paludismo grave, la leptospirosis, las hepatitis víricas
(especialmente las formas fulminantes), otras fiebres hemorrágicas,
otras infecciones por flavivirus (por ejemplo, el dengue hemorrágica)
y las intoxicaciones.
En
las fases iniciales de la enfermedad a veces se puede detectar el
virus en la sangre mediante la reacción en cadena de la polimerasa
con retrotranscriptasa. En fases más avanzadas hay que recurrir a la
detección de anticuerpos mediante pruebas de ELISA o de
neutralización por reducción de placas.