En pocas semanas, se cumplirán 13 largos y tediosos años desde el hallazgo del cuerpo sin vida de la Extraña de Gardey.
La complicidad del Pueblo Gardey con su silencio, no permite que una víctima descanse en paz desde hace 13 años |
Gardey, es un pueblo aparentemente tranquilo, distante unos 21 kilómetros de la Ciudad Bonaerense de Tandil. Sin embargo, el 07 de julio de 2003, una transeúnte que según sus dichos, se encontraría buscando leños en un tramo del camino principal de acceso al Pueblo de Gardey, se topó con el cadáver de una joven mujer asesinada.
Pasaron muchos años y como toda noticia relevante en su momento, fue perdiendo vigencia tras la aparición de nuevos y más sensacionales casos policiales de la región. Pero no para todos, el caso perdió su relevancia, dado que la Red Detectives Sin Fronteras, a quien en su momento se le solicitó colaboración desde la Dirección General de Personas Desaparecidas del Ministerio de Seguridad Bonaerense, jamás abandonó su labor sobre esta joven mujer asesinada que a estas alturas, lleva 13 años sin identificar.
Según los “antecedentes judiciales” del caso, la occisa habría sufrido un importante traumatismo en su frente, posiblemente debido a un golpe de atontamiento para reducirla, y posteriormente, habría recibido un disparo de arma calibre 22 en su pómulo derecho.
Pero hubo mas al respecto, la víctima al momento de su hallazgo tenía su pantalón y su tanga bajos, lo que hizo suponer que además habría sido objeto de una violación previa a su muerte.
A lo largo de muchos años de vasta experiencia en casos criminales, he podido aprender algo cierto y es que “no existen crímenes perfectos”, sí en cambio, casos irresolutos por grave negligencia, por ocultación de la verdad en connivencia, o como mero resultado de corrupción policial.
Cuando en un pueblo de unos 1000 habitantes, los lugareños que son generalmente conocedores de boca en boca de los hechos corruptos del personal policial, generalmente se abstienen de hablar por el miedo a que “les pase algo” o a sus familias. Entonces callan y se transforman en cómplices con su omisión forzada por el miedo inevitable.
Muchos periodistas regionales suelen cotejar la cantidad de hechos ocurridos que nunca han tenido ni un aire de solución y que se han ido olvidando con el paso de los años en que ni la propia justicia ha demostrado hacer justicia.
Pueblo Gardey, basta de silencio y de cobardía!
Pero no es por causa de la justicia que no se llega muchas veces a la verdad! Es por sus auxiliares que llenos de mañas, impiden que la verdad salga a la luz y tal vez, porque de esa manera impiden el destape de una situación de corrupción de la que quizás, por una cuestión funcional forzada o por el solo hecho de mantener la boca cerrada corporativamente, no permiten salir a la luz la verdad que es tan necesaria para la resolución de una causa criminal.
El caso que nos ocupa en este editorial, tiene mucho olor a algo así! Yo no creo que los funcionarios ignoren de quien se trata la víctima, es más, intuyo que muchos callaron y se llamaron a silencio para proteger al jefe de calle, a la brigada local, al comisario y a altos oficiales que con certeza comían de una caja chica a la que ingresaría también un canon por las actividades de prostitución rutera, de esta víctima.
La prostitución, todos quienes conocemos como funciona en el crimen organizado, sabemos que no se trata de una necesaria labor independiente, existe también una labor comprometida, muchas veces forzada por la miseria, la falta de oportunidad, el desempleo, la marginalidad, y muchas otras razones sociales vergonzosas que la población debe transitar.
A mayor abundancia, no debemos olvidar que la Provincia de Buenos Aires, ha transitado más de 28 años de gobiernos monopolistas oportunistas y corruptos que se han ido tapando los unos a los otros el trofeo de sus enriquecimientos ilícitos y maniobras mafiosas que encierra la corrupción. Una corrupción que como dice el refrán, MATA.
Es probable que ahora con la lideranza de la Señora Gobernadora María Eugenia Vidal en la Provincia de Buenos Aires, se puedan resolver muchos casos hasta ahora encajonados, ocultos y desviados de la verdad y de la justicia, que, conforme los últimos sucesos que son de público y notorio, nos dan cuenta que se usaba un monasterio entre otras cosas, para reunir a la cofradía tipo la P2 de la que participaba el tristemente famoso López Rega en otros tiempos en argentina.
Mi convicción es que El pueblo de Gardey a pleno, conoce la identidad de esta entonces joven mujer que ejercía la prostitución y que estaba embarazada de 3 meses al ser asesinada en aquellos primeros días de un frio julio de 2003 y despojada como si fuera un animal a la margen del camino principal del acceso al Pueblo Gardey.
El Fiscal debería interrogar detenidamente al personal policial antiguo, e inclusive, al entonces jefe de calle... y dejarnos de embromar con el no se puede, no se sabe o no contesta!
Este caso no se ha resuelto, seguramente, porque la corrupción policial así lo decidió en Gardey... no por otra cuestión ajena a la realidad.
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