La Divinidad de Dios es tan grande, que dispuso la presencia de Santos, dispersos por el mundo entero, para beneficiar la espiritualidad de la humanidad creada por Él. ✠
Por Raúl Enrique Bibiano
Hoy les contaré acerca de uno, de los miles de Santos que descansan entre nosotros en el mundo, y tengo certeza, que muchos se sentirán maravillados por saberlo y otros en cambio, no saldrán de su asombro, por la historia de este Santo que desconocían.
Con la Gracia de Dios, viajaremos en el tiempo hasta finales del Siglo III para situarnos en la pequeña aldea de Asquia, situada en la Isla de Chipre. Allí nacía en el año 270 dC un niño hijo de padres Cristianos Ortodoxos, al cual bautizaron con el nombre de Espiridion, y quien durante su crecimiento, fue educado por ellos en la fe cristiana. Desde sus primeros tiempos de niñez y por muchas décadas, trabajó muy duro en los montes, como pastor de ovejas de su familia.
Fiel a Dios, Espiridion cuya generosidad era abundante, pronto se hizo Sacerdote, fue torturado y desterrado, obligado a trabajos forzados y luego Obispo, pero aún así, continuaba desarrollando su labor de pastor. Y cuenta la historia, que era tan servicial, que todo aquello que poseía, lo compartía con sus prójimos, ayudando con mucho amor a los peregrinos, y que así también, curaba a los enfermos, y realizaba muchos prodigios: como exorcismos, separación de las materias y hasta resurrecciones.
Conforme a su biografía, San Espiridion velaba porque se observarán rigurosamente el rito de la Divina Liturgia, las ceremonias sacramentales, y se guardase inalterada la Sagrada escritura. El santo reprochaba a aquellos sacerdotes que en sus sermones perdían la exactitud de las palabras de la Biblia.
San Espiridion fue uno de los confesores cristianos a quienes el emperador Maximino mandó sacar el ojo derecho, cortar el nervio y desjarretar la pierna izquierda, y condenó a trabajar en las minas. Permaneció en su destierro durante algunos años, hasta que, tras la muerte de dicho emperador, pudo volver a Chipre, donde ejerció de nuevo el oficio de pastor. Se casó y tuvo una hija, pero enviudó tempranamente. Su hija también murió joven.
En los tiempos del reinado de Constantino el Grande, cuando falleció el obispo de Tremitunte, el pueblo y el clero a una voz aclamaron como sucesor a Espiridion. Aunque él alegaba inútilmente su incapacidad para el cargo, recibió las sagradas órdenes y fue consagrado obispo.
Cuando lo hicieron obispo, no cambió su modo de vida modesta; siguió pastando ovejas y trabajando en el campo. Cada año, Espiridon dividía su cosecha en tres partes. Una la repartía entre los pobres, otra la prestaba sin lucro a aquellos que lo necesitaban y otra la dejaba para su propio mantenimiento. Pero la distribución no la hacía en persona, sino que mostraba a la gente la despensa y decía que tomasen ellos mismos cuanto necesitaran y después devolvieran cuando pudiesen, sin control alguno de su parte.
En muchos casos el santo es asociado con el Profeta Elías, como por su oración las sequías, frecuentes en Chipre, se trocaban en lluvias, y chubascos excesivos daban paso a un buen tiempo.
Una vez calumniaron a un amigo de Espiridion y lo metieron en la cárcel, condenado a muerte. El santo se apresuró a ayudarle, pero en su camino encontró un raudal. Por los rezos de Espiridon las aguas se abrieron, dejando pasar al santo y sus compañeros. El juez, al saber del milagro, soltó al inocente.
Una noche en la lamparilla de Espiridion el óleo estuvo por acabar y comenzó a apagarse. Por la oración del santo afligido, la lamparilla se llenó milagrosamente de óleo.
En el Primer concilio ecuménico de Nicea, el santo tomó parte en el debate con un filósofo griego que defendía los criterios de arrianismo. Las palabras sencillas y claras del santo derrotaron sus argumentos, y el filósofo se dio por vencido, abrazando la causa de los santos padres.
Tanto como más tarde lo hizo San Patricio de Irlanda, San Espiridion mostró ilustrativamente la esencia unitaria de la Santa Trinidad. Él tomó un ladrillo, que en los ojos de los participantes del Concilio se descompuso, y salió el fuego para arriba, el agua para abajo y la arcilla se quedó en su mano. Así, él explicó que tanto como se unen tres elementos naturales en un solo ladrillo, así las tres personas divinas se unen en una sola deidad.
Algunos de sus Milagros:
San Espiridion fue el santo que curó al emperador Constancio, que estuvo a las puertas de la muerte.
En Antioquía Espiridion resucitó a un bebé hijo de una pagana, que luego se desplomó muerta, conmovida por el milagro. El santo, después, tuvo que resucitarla también.
"En 325 tuvo que vivificar a su fallecida hija Irene, que murió un par de días antes de su regreso del Concilio, para que ella pudiera decir dónde había escondido las joyas que le habían sido encomendadas para guardar por una matrona. Después, el alma de la chica volvió a abandonar el cuerpo".
Cuando en 340 en Alejandría fue convocado un concilio, por las oraciones de los santos padres se desmoronaron todos los ídolos paganos, menos uno más importante. Al Patriarca se le reveló en el sueño que el ídolo se quedó para ser deshecho por Santo Espiridion. El Concilio lo convocó de urgencia al obispo. El santo se embarcó y tan pronto como pisó la tierra, el ídolo de Alejandría, junto con todos sus sacrificaderos, se derrumbó.
Dios reveló a Espiridion la hora de su muerte y, al hablar a los discípulos del amor al Señor y al prójimo, falleció rezando el 12 de diciembre de 348 dC y fue enterrado en el templo de los Santos Apóstoles de Tremitunte.
La isla de Kérkyra, donde reposan las reliquias del santo, fue el único territorio de Grecia no conquistado por el Imperio otomano. En 1716 su armada cercó la isla y se preparó para atacar. De repente, en el cielo apareció la imagen de un anciano con una espada de fuego, y los turcos se retiraron.
Una vez, un náufrago que se estaba ahogando invocó al santo, y en el acto apareció un anciano, asió su mano y lo sacó del agua. Una vez en tierra firme, el hombre se dirigió al templo para dar las gracias a San Espiridion. Hallándose cerca de él, alguien le dijo que, por alguna razón, el relicario no se abría. Resultó que en el momento del naufragio los sacerdotes no habían sabido abrirlo. Pero cuando el hombre entró en el templo, el relicario se abrió sin esfuerzo y todos los presentes vieron que en los pies del santo había algas marinas.
Sus reliquias incorruptas preservan la blandura y la temperatura constante (36,6 °C) propios del cuerpo humano vivo. Cada vez que le cambian las vestimentas, se ve claramente que están gastadas, aunque el cuerpo permanece intacto en el relicario durante todo el año. Lo mismo se observa con las zapatillas del santo. Se dice que anda mucho, ayudando a la gente.
Los milagros en oración a San Espiridion continúan hasta el día de hoy. A San Espiridion de Trimyphus se le pide salud, ayuda en asuntos económicos, en el trabajo y en los problemas de vivienda, para deshacerse de los problemas y desgracias, así como para el dolor y el desaliento. Aquí hay algunos ejemplos que muestran que estas oraciones pronto serán escuchadas.
San Espiridion es venerado tanto por la Iglesia Ortodoxa como por la Iglesia Católica en todo el mundo: La Iglesia Ortodoxa el 12 de diciembre y la Iglesia Católica lo hace el 14 de diciembre.
Y no olvides orar para pedirle una gracia, porque dicen que sus milagros no tienen fronteras, ni tiempo ni espacio:
✠
Oración a San Espiridión de Intercesión a Dios
"Te manifestaste como defensor en el primer concilio ecuménico,
puesto que eres hacedor de milagros.
Oh, santo padre nuestro Espiridion, el revestido de Dios.
Pues hablaste con tu hija muerta que yacía en el sepulcro,
convertiste a la víbora en oro
y cuando rezabas, los ángeles se hacían
partícipes de tus servicios litúrgicos.
Oh, tú que estás lleno de pureza.
Gloria a quien te glorificó.
Gloria a quien te coronó.
Gloria a quien, por medio de ti, cura a todos.
Oh, Santo de Dios Espiridion,
intercede ante Cristo Dios que salve nuestras almas. Amén"
✠
Fuentes de recopilación: Centros de Información Pública varias de Grecia y Chipre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario