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miércoles, 31 de enero de 2018

La Fiebre Amarilla en el Brasil ha traspasado las fronteras rurales


Por Raúl Enrique Bibiano

Si pensás viajar a Brasil para disfrutar su Carnaval? Hoy es el último día que tenés para vacunarte contra la Fiebre Amarilla, dado que esta vacuna, necesita 10 días para activarse en el ser humano y evitar el contagio.



El Ministerio da Salud de Brasil, divulgo un nuevo balance de los casos e muertes por fiebre amarilla en Brasil el pasado martes (30). Son 213 casos confirmados de la enfermedad, siendo que 81 personas fallecieron debido a la infección desde 1º de julio de 2017.

Conforme lo informado, el gobierno federal recibió 1.080 notificaciones de casos sospechosos– 432 fueron descartados y 435 permanecen bajo investigación. En comparación con o mesmo período de 2016/2017, hubo una caída de 54% en los casos confirmados. las muertes debido a la enfermedad, disminuyeron en un 44%.

Aunque también se pudo saber que esta endemia ya atravesó ampliamente las fronteras de la floresta para transformarse en una escalada de epidemia urbana, como por ejemplo, en Río de Janeiro, donde murieron hasta el momento 29 personas por causa de la fiebre amarilla.

Que es la Fiebre Amarilla?

Es una enfermedad viral transmisible, prevenible y curable. Es causada por el virus de la fiebre amarilla del género flavivirus y se trasmite a través del mosquito Aedes aegypti; muchos países requieren que los visitantes tengan la vacuna contra la fiebre amarilla antes de entrar al país.

El agente causante de la fiebre amarilla es un virus perteneciente a la familia flaviviridae (antiguos arbovirus grupo B), género Togaviridae (arbovirus), y pertenece a la especie de la fiebre amarilla.

Fue el primer agente infeccioso viral del que se comprobó que producía enfermedad en los humanos y que era transmitido por un vector; el viscerotropismo del virus se traduce en infección y lesión del hígado, riñones y corazón, mientras que su neurotropismo implica lesión e infección de células del sistema nervioso central.

Su forma es un icosaedro, su tamaño es de aproximadamente 50nm, posee en el centro un núcleo cápside que contiene el genoma de ARN de cadena simple, de sentido positivo, envuelto con las respectivas proteínas de la cápside. Rodeando la nucleocápside hay una membrana bilipídica en la que se encuentran insertadas dos proteínas, la proteína M y la proteína E.

Los síntomas de la fiebre amarilla son: fiebre, cefaleas, ictericia, dolores musculares, náuseas, vómitos y cansancio.

Las grandes epidemias de fiebre amarilla se producen cuando el virus es introducido por personas infectadas en zonas muy pobladas, con gran densidad de mosquitos y donde la mayoría de la población tiene escasa o nula inmunidad por falta de vacunación. En estas condiciones, los mosquitos infectados transmiten el virus de una persona a otra.

Una pequeña proporción de pacientes infectados presentan síntomas graves, y aproximadamente la mitad de estos casos fallecen en un plazo de 7 a 10 días.

La fiebre amarilla es una enfermedad vírica aguda, hemorrágica, transmitida por mosquitos infectados. El término "amarilla" alude a la ictericia que presentan algunos pacientes.

Los síntomas de la fiebre amarilla son: fiebre, cefaleas, ictericia, dolores musculares, náuseas, vómitos y cansancio. 

Una pequeña proporción de pacientes infectados presentan síntomas graves, y aproximadamente la mitad de estos casos fallecen en un plazo de 7 a 10 días.

El virus es endémico en las zonas tropicales de África y de América Central y Sudamérica.

Desde el lanzamiento de la Iniciativa contra la Fiebre Amarilla, en 2006, se han hecho importantes avances en la lucha contra la enfermedad en África Occidental, y se han vacunado más de 105 millones de personas en campañas de vacunación en masa. En África Occidental no se han notificado brotes de fiebre amarilla en 2015.

Las grandes epidemias de fiebre amarilla se producen cuando el virus es introducido por personas infectadas en zonas muy pobladas, con gran densidad de mosquitos y donde la mayoría de la población tiene escasa o nula inmunidad por falta de vacunación. En estas condiciones, los mosquitos infectados transmiten el virus de una persona a otra.

La fiebre amarilla puede prevenirse con una vacuna muy eficaz, segura y asequible. Una sola dosis es suficiente para conferir inmunidad y protección de por vida, sin necesidad de dosis de recuerdo. La vacuna ofrece una inmunidad efectiva al 99% de las personas vacunadas en un plazo de 30 días.

Un buen tratamiento de apoyo en el hospital aumenta la tasa de supervivencia. No hay tratamiento antivírico específico para la fiebre amarilla.
Signos y síntomas

El periodo de incubación es de 3 a 6 días. Muchos casos son asintomáticos, pero cuando hay síntomas, los más frecuentes son fiebre, dolores musculares, sobre todo de espalda, cefaleas, pérdida de apetito y náuseas o vómitos. En la mayoría de los casos los síntomas desaparecen en 3 o 4 días.

Sin embargo, un pequeño porcentaje de pacientes entran a las 24 horas de la remisión inicial en una segunda fase, más tóxica. Vuelve la fiebre elevada y se ven afectados varios órganos, generalmente el hígado y los riñones. En esta fase son frecuentes la ictericia (color amarillento de la piel y los ojos, hecho que ha dado nombre a la enfermedad), el color oscuro de la orina y el dolor abdominal con vómitos. Puede haber hemorragias orales, nasales, oculares o gástricas. La mitad de los pacientes que entran en la fase tóxica mueren en un plazo de 7 a 10.

El diagnóstico de la fiebre amarilla es difícil, sobre todo en las fases tempranas. En los casos más graves puede confundirse con el paludismo grave, la leptospirosis, las hepatitis víricas (especialmente las formas fulminantes), otras fiebres hemorrágicas, otras infecciones por flavivirus (por ejemplo, el dengue hemorrágica) y las intoxicaciones.

En las fases iniciales de la enfermedad a veces se puede detectar el virus en la sangre mediante la reacción en cadena de la polimerasa con retrotranscriptasa. En fases más avanzadas hay que recurrir a la detección de anticuerpos mediante pruebas de ELISA o de neutralización por reducción de placas.

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